Todos los días no son igual, ayer tuvimos un buen comienzo porque nos llamaron de la tele para hacer una entrevista, sin embargo hoy fué todo lo contrario.
El plan era levantarnos pronto para llevar la combi con nuestro amigo Iván para que nos revisará un ruido que había en una rueda trasera y luego ir a la cadena de televisión para hacer una copia de nuestra entrevista, pero cuando llegamos donde habiamos dejado la furgoneta aparcada nos encontramos con la desoladora imagen de la Zaigua con cristales rotos alrededor.
Durante la noche algún amigo de lo ajeno nos había roto el cristal chiquito del conductor y había tratado de robarnos. Por suerte la radio es tan mala que no se la pudieron llevar (o no les interesó) y tampoco teniamos nada dentro, asi que afortunadamente no perdimos nada de valor.
Fuímos con Iván, limpiamos todos los cristales y estuvimos toda la mañana buscando un cristal para reemplazar el roto, tarea nada fácil ya que al ser un modelo antiguo no es tan fácil encontrar recambios. Después de un buen rato encontramos un lugar donde nos cambiaron el cristal (aunque el servicio fué pésimo y tuvimos que esperar bastante). Total que la bromita se solucionó con un billete de 200 pesos y perdimos toda la mañana.
Por la tarde resolvimos unos problemas que teníamos con los videos (ya que no se podían visualizar en los celulares) y fuimos al taller para arreglar el ruido que traía la Zaigua (se solucionó rápido).
Cuando nos llevamos la Zaigua estabamos preocupados, no solo porque nos volvieran a romper un cristal para tratar de llevarse algo, sino también porque se pudieran robar toda la furgoneta, asi que fuimos a comprar un antirobo nuevo que bloquea el volante y el embrague, esperamos que funcione. De todas maneras esta noche la combi está aparcada en frente de casa y dormiremos con la ventana abierta por si acaso...
David
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