La fiesta del mango

Hoy nos volvimos a levantar pronto para poner al día nuestro blog. Dormimos en frente de un hotel y aprovechamos su “generosidad” para utilizar su Internet. A las 9 de la mañana vino el gerente a sugerirnos otro lugar para nuestra combi, parece ser que mostrábamos mala imagen de su hotel y no podíamos estar en una calle pública que es de todos. De todas maneras ya nos teníamos que ir, y sobre las 11 nos marchamos a comprar el desayuno y otra vez a la carretera. Las bahías de Huatulco son muy bonitas, pero también son demasiado comerciales.

Nos fuimos sin saber exactamente donde íbamos a dormir, queríamos llegar hasta Chiapas pero no estábamos seguros si lo lograríamos.

Estuvimos bastantes horas en la carretera, nos hicimos unos “choripán” en una gasolinera y finalmente conseguimos llegar a Chiapas. El paisaje chiapaneco es muy bello con una gran variedad de árboles frutales. Hay lugares en los que la fruta se echa a perder porque no la recogen. Nosotros paramos en uno de estos lugares e hicimos nuestra propia recolección de mangos.

Después de pasar por Arriaga y Tonalá decidimos quedamos a dormir en Punta Arista. Ya llevábamos muchas noches durmiendo en la combi y necesitábamos un cambio así que queríamos buscar un lugar para acampar. Punta Arista vive principalmente del turismo, toda la playa está repleta de restaurantes y hoteles (ahora prácticamente vacíos porque no hay casi turistas). Llegamos a un par de lugares para pedir permiso de acampar en frente de sus restaurantes (ya era de noche y no había nadie en los negocios), efectivamente nos dejaban acampar, pero nos pedían 100 pesos y además teníamos que levantar las tiendas a las 7 de la mañana. Las condiciones eran ridículas, ni en un camping te exigen ese dinero y menos pidiéndote que te vayas a las 7. Ya estábamos pensando en dormir otra vez en la combi cuando nos acercamos a otro lugar (es un hotel/restaurante llamado Puesta del Sol) y nos dieron permiso sin pedir nada a cambio.

Después de asearnos fuimos a dar una vuelta por el pueblo y a cenar. En nuestro paseo conocimos a Alfredo Iglesias, el presidente de los hoteleros de Punta Arista. Alfredo nos contó como funcionaba el centro tortuguero del pueblo y nos dio unos mapas sobre Chiapas. Fue muy agradable la charla que mantuvimos y volvimos a aprender más cosas sobre las tortugas (incluso las terrestres).

Ya bien cenados nos retiramos a dormir y disfrutar nuestra primera noche en la tienda de campaña.