Utzilaj k'uneem

Hoy despertamos a las 5am para dejar Antigua y dirigirnos a Quetzaltenango, también conocido como Xela. Antigua parecía otra a esa hora, las calles solas y el cielo despejado, incluso las casas se veían mas coloridas por la luz del sol.

                Por fortuna, la carretera a Xela estaba en perfectas condiciones y ni la Zaigua ni nosotros sufrimos en el trayecto, a decir verdad yo me quedé dormida la mayor parte del tiempo. Fueron 3 horas y media de recorrido. Llegamos sin problemas al punto donde habíamos quedado en encontrarnos con el director de la escuela rural en donde grabaríamos, la cual se encuentra a unos 20km a las afueras de Xela. Antes de encontrarnos con él decidimos desayunar; vimos a una señora vestida con traje típico vendiendo comida que llevaba en una canasta. Yo pedí “uno de ravioli”. Consistía en una tortilla de maíz que encima tenía un ravioli muy grande relleno de verduras, cubierto de huevo y además estaba frito; al lado del ravioli la señora puso guacamole y sobre eso dos tortillas de maíz. Fue un platillo bastante peculiar.

                La visita a la primaria rural fue una experiencia muy agradable y enriquecedora. Nuestro propósito al ir ahí era grabar un poco las condiciones de la escuela y de los niños, así como el proyecto que Acción para el Desarrollo y la Igualdad realizó ahí. Dicho proyecto consistió en un apoyo económico para mejorar la cocina del establecimiento y de esa manera posibilitar a las madres cocinar en ella para la “refacción” (pequeña comida por la mañana) de los niños.

Llegamos cerca de la hora del receso, los niños tenían una actividad física y estaban en un campo cercano a la escuela. Para el receso pudimos grabar un poco de la preparación de la refacción, el día de hoy tocaba atol (similar al que en México conocemos como atole) y una rebanada de sandía.

Muchos de los niños usan uniformes del Real Madrid, Barcelona y de la Selección Guatemalteca. El juego predilecto es el futbol.

La escuela carece de muchas cosas, una de las que mencionó Armando, el director dela institución, es que los libros los reciben entre 4 y 6 meses después de iniciadas las clases y eso ha causado bastantes problemas ya que el profesor debe conseguir los libros con los cuales trabajará.

En cuanto a la cocina, los niños a quienes preguntamos acerca del tema se mostraron contentos y decían que sus refacciones habían mejorado.

                Platicando con algunos niños, David les preguntó qué querían ser de grandes y me sorprendió que todos los que estaban ahí ya tenían en mente a lo que quieren dedicarse y la mitad dijo querer tener más de una carrera. El director nos comentó que solamente el 10% de los niños de la escuela llegarán a la Universidad, y que de ellos, sólo e 2% obtiene un título.

La fundadora de la escuela organizó un desayuno para agradecer nuestra visita (fue un detalle muy bonito, que honestamente David y yo no esperábamos). Ella nos platicó lo difícil que fueron los inicios de la escuela y lo mucho que tuvieron que luchar para poder dar acceso a la educación a los niños de la comunidad.

En uno de los salones habían puesto manteles típicos en las mesas, al entrar nos acercaron un plato hondo de cerámica con agua caliente para que nos lavásemos las manos, y luego nos dieron una toalla bordada para que las secáramos.

El primer plato fue sopa de verduras, muy rica… Después fue un plato que tenía de base hojas de lechuga y sobre ella brócoli, cebolla y tomate condimentados, al lado pollo (todavía no me queda claro cómo lo prepararon, parecía frito y asado a la vez), una pieza de elote y arroz con vegetales; para tomar, jugo de manzana recién hecho, todavía tibio.

Al terminar de comer, aquí se da las gracias a cada persona con la que se compartió la mesa y en repuesta se dice provecho. Eso nos lo explicaron en la mesa, ya que cada vez que alguien terminaba de comer y nos daba las gracias, nosotros solo sonreíamos y no sabíamos qué decir. Después del desayuno regresamos a Xela.

Llegamos al parque central, ahí vimos a José Yac (él fue nuestro contacto aquí en Guatemala para visitar la escuela) y nos fuimos para su oficina en I.D.E.I. También estuvimos en Café Me-Latte, el cual es parte de la ONG, como propuesta para obtener fondos que ayuden al impuso de los proyectos de la misma. Ahí tuvimos la oportunidad de entrevistar a Andrés el barista, y nos contó lo especial que es el grano de café que utilizan, la finca que lo produce ganó el reconocimiento a la “taza de excelencia“. El lugar es muy amplio y te hace sentir a gusto; el lugar esta decorado por obras de un pintor guatemalteco y algunas otras colecciones poco más pequeñas. El lugar esta situado cerca del parque central, así que noes difícil encontrarlo. Yo por supuesto no perdí la oportunidad de tomarme un buen café mientras platicábamos con José.

Los esfuerzos que se hacen a partir de I.D.E.I. en cuanto a VIH, abarcan la prevención, detección y tratamiento en la población indígena. Nos mencionó que del total de las personas con VIH en Guatemala, el 80% son indígenas, y que la problemática va en aumento ya que el gobierno niega tal porcentaje y que incluso asegura que la población indígena infectada no es significativa, por ello no se destinan recursos ni esfuerzos que puedan marcar un cambio para esta población. El factor principal de contagio de VIH es la migración, tanto interna como externa. Otro factor es la falta de información en cuanto a medidas de prevención, así como la falta de aceptación del condón en comunidades indígenas.

José nos comentó que lo que I.D.E.I. hace es adecuar la información para poder compartirla con la población indígena. La información es transmitida y explicada en lengua a asegurar un mayor entendimiento; están trabajando fuertemente con niños para crear conciencia desde pequeños, ya que todo se complica con personas mayores. José puso d ejemplo una campaña contra VIH aplicada por el gobierno hace poco, la cual estaba enfocada en dar información a la mujer para que convenciera a su marido a usar condón, y mencionó “¡no tienen idea! En la mayoría de las comunidades, si una mujer se ‘atreve’ a decirle a su esposo que use condón, eso implica violencia física, ya que es una ofensa. ¿Ustedes creen que les van a decir que usen condón? ¡Claro que no!”

La clínica de la organización para atención a casos con VIH es, según nos dijo José, una de las mejor preparadas para atención a personas indígenas y más vanguardistas. Aquí se tratan también casos de tuberculosis, ya que un gran porcentaje de las personas que tienen esta enfermedad son también portadoras de VIH. Esta clínica hace sentir a las personas indígenas, seguras de que no serán victimas de discriminación como lo son en la mayoría de las clínicas del país. Cuenta José que a muchos pacientes ha habido que enseñarles a tomar su medicamento de acuerdo a los nahuales del calendario maya, ya que es el que conocen.  También se están haciendo esfuerzos por detectar casos de madres embarazadas, pero es difícil ya ellas acuden a parteras y no a clínicas, por tanto en caso de ser VIH positivas no hay forma de evitar que el bebé se contagie.

                Organizaciones como I.D.E.I. están tratando de infundir orgullo por ser indígena entre las comunidades, llevarles educación e implementar estrategias para mejorar la calidad de vida; sin embargo, como nos han dicho muchos, la falta de recursos económicos es algo muy grave. Las lenguas y costumbres indígenas a veces no se trasmiten a las generaciones jóvenes por miedo a que sean discriminados igual que sus mayores lo han sido.

                Estuvimos un buen rato en el café platicando con José, comenzó a caer la tarde y José nos llevó a las oficinas del I.D.E.I. ya que después de que nos negáramos a su ofrecimiento de pagarnos un hotel, él nos propuso quedarnos ahí y a nosotros nos pareció muy buena idea por la ubicación del lugar y el acceso a internet (tenemos varios posts atrasados debido, en parte, a que no conseguimos internet para trabajar). Llevamos nuestras cosas a un gran salón que nos dejó para poder trabajar y dormir, además le pidió a una señora de una cafetería que nos llevase cena y desayuno (muy ricos). Yo pedí café con la cena, ya que en Xela hace bastante más frio que en Antigua.

Y así terminó nuestro día… Pegados a la computadora tratando de ponernos al día, en una ciudad nueva y totalmente diferente a los lugares en que habíamos estado anteriormente, nuestra cena, las cobijas en el piso “nuestra cama” y mucho que reflexionar.

Andrea