Playa Dominical: hippies y surfers

Esta mañana fue un poco atípica, cuando nos despertamos estaba lloviendo aunque no muy fuerte. Costa Rica climatológicamente se divide en varias regiones y cada región tiene su propia época de lluvias. En la zona en la que estamos ahora mismo es la época de lluvias, no obstante parece que todo Costa Rica vive en época de lluvias constante porque por ahora todos los lugares en los que hemos estado estaban cubiertos por una vegetación exuberante.

Por primera vez desde su fractura Andrea se levantó conmigo para hacer ejercicio. Le molestaba un poco la clavícula porque ayer estuvimos jugando un buen rato a las palas, pero aun así estuvo un buen haciendo sus ejercicios. Como estaba lloviendo se sentía muy refrescante.

El plan para hoy no lo teníamos muy claro, primero íbamos a visitar la playa de Dominical y según el ambiente que encontráramos así decidiríamos que hacer. Dominical es una playa perfecta para los surfistas experimentados ya que tiene un oleaje bastante fuerte. La playa no es tan bonita como la de Matapalo pero tiene su encanto, aunque tiene demasiadas piedras y ramas en la orilla.

Se siente un ambiente hippie que te impregna, hay bastante gente de diferentes países cada uno vendiendo sus artículos o servicios: masajes, artesanías, ropa… Pero eso sí, todo está bastante caro: un simple paquete de queso en lonchas y otro de jamón que compramos para hacernos unos sándwiches nos costó casi $6.

Cuando cayó la noche el ambiente cambió un poco, por ser sábado la gente estaba de fiesta, había mucho más ruido, además estabamos estacionados justo al frente de un bar y teminos que más tarde el ambiente se pusiera más "pesado" y alguien pudiera darnos algún problema. Nos empezamos a sentir un poco incómodos y nos pusimos en marcha para encontrar otro lugar más tranquilo.

Uvita es un pueblo bastante más grande que Dominical, tipo ciudad, y se nos dificultaba encontrar un lugar que nos diera confianza para dormir. Un taxista paró a ayudarnos (otra vez la amabilidad costarricense) y nos recomendó un par de lugares. Al final encontramos la estación de policía y nos dieron permiso para pasar la noche aquí, por ahora un poco ruidoso porque estamos junto a una tienda pero también más seguro.

Durante la tarde estuvimos mandándonos emails con Susie y Paul (los canadienses con los que hemos estado hablando para que nuestros vehículos vayan juntos en un container de Panamá a Colombia y así ahorrarnos dinero) y estamos a pocos kilómetros de ellos. A ver si mañana podemos conocerlos en persona y hablar algunos detalles que tenemos pendientes sobre el paso de Panamá a Colombia, tema que últimamente me tiene un poco preocupado…

David