Primer paso para embarcar la Zaigua

Tea (con quien llevamos más de un mes mandándonos e-mails y nos está ayudando con todos los trámites y preguntas para cruzar la Zaigua hasta Colombia) nos dijo que su compañera Amy iba a venir a buscarnos a las 8:30 para llevarnos hasta una oficina gubernamental para que nos revisaran los papeles y el vehículo.

Amy vino, pero se fue sin nosotros. No se exactamente que paso pero me hizo cabrear demasiado porque no sabíamos donde teníamos que dirigirnos y tampoco teníamos su teléfono, muy mal comienzo. Un estadounidense que lleva ya un tiempo en la ciudad esperando a otro vehículo para compartir un container, se ofreció para llevarnos hasta la oficina. Fue muy amable de su parte, especialmente teniendo en cuenta que el tráfico era horrible, como de costumbre.

Llegamos a una estación de policía y allí estaba Amy con otras personas. Me fui directamente hacia ella para quejarme de que nos hubiera dejado tirados en el Yacht Club. Amy me dijo que nosotros no estábamos allí, pero si llevamos en el mismo lugar desde el viernes pasado!!! Discutimos pero traté de calmarme porque dependíamos de ella para todo el papeleo, aun así el ambiente se tensó bastante.

A los 5 minutos llegó un oficial de policía, le dimos una fotocopia del pasaporte, del título del vehículo y del permiso vehicular. Comprobó que todos los datos estaban correctos con los originales y que el número VIN de la Zaigua también coincidía y nos dijo que teníamos que regresar alrededor de las 15:00 para recoger el papel de la inspección del vehículo.

No teníamos mucho que hacer, ya estábamos en medio del tráfico y decidimos buscar un mecánico que nos pudiera cambiar la balinera que nos seguía dando problemas y cada vez se iba poniendo peor.

Recorrimos la mitad de la ciudad parando de taller en taller en donde nadie nos podía ayudar. Unos decían que no tenían mecánicos suficientes, otros que no trabajaban Volkswagen, otros que nosotros teníamos que conseguir las piezas… Hasta que finalmente llegamos a un taller chiquito pero que estaba especializado en Volkswagen. Tenía alrededor de 8 “escarabajos” y pensamos que habíamos llegado al lugar correcto.

Efectivamente en cuanto llegamos el trato fue totalmente diferente. Enseguida sacaron la rueda trasera y al ir a desmontar la balinera empezó a caer en pedazos totalmente destrozada. Únicamente estaba dañada la externa, la interna estaba intacta. Habíamos tenido suerte de haber conducido durante tanto tiempo y no haber tenido ningún problema mecánico más grave.

La reparación no fue barata, $100, pero no habíamos encontrado a nadie más y tampoco podíamos arriesgarnos a un problema más grande. Le cambiaron las dos balineras (la que estaba bien la utilizaríamos de repuesto) y tardaron más de 3 horas porque tuvieron que lijar durante un buen rato, pero al final quedó perfecta.

Salimos del taller justo a las 15:00, cuando se suponía que teníamos que estar en la estación de policía para recoger el papel de la inspección vehicular. La distancia no era demasiada, pero debido al caos del tráfico llegamos casi a las 16:00. Nos pasamos la salida del aparcamiento y por no perder más tiempo, Andrea se tuvo que quedar esperando en la carretera en el arcén con la Zaigua en lo que conseguía el papel.

Entré a la estación de policía, me dirigí a la secretaría general y allí me encontré con otras personas esperando por el mismo papel. Cuando me llegó el turno la oficial me dijo que había un pequeño problema con mi documento porque me tenían que haber puesto que el vehículo es un minibús en vez de camioneta, como dice el título de México. No entendía el problema, en el título pone camioneta, en la aduana nos pusieron camioneta, la persona que revisó la furgoneta esta mañana escribió camioneta y ahora ella decía que tenía que poner minibús? No lo entendía, lo estuvimos discutiendo por unos minutos (porque quería que fuera al día siguiente a Aduanas para que me cambiaran eso) pero al final anotó camioneta. Esperemos que esto no nos traiga ningún problema en Colón.

Recogí a Andrea (por suerte no había venido la policía y todavía estaba en el mismo lugar) y nos fuimos a comer algo. Compramos comida y nos fuimos hacia el Yacht Club. El tráfico estaba igual de mal que siempre y cuando llegamos ya eran casi las 8.

Ha sido un día horrible debido al tráfico, me he saltado todas las reglas de tráfico posible y toco el claxon a cada momento, es la única manera de sobrevivir a esta jungla. Lo bueno es que si todo va bien mañana no nos vamos a mover del Club porque no embarcamos hasta el miércoles, por fin un día sin tráfico!

David