¿Llegaría hoy la Zaigua a Cartagena? Esa era la incógnita con la que nos levantamos, según nuestra agente Tea, llegaba a las 22:00, es decir que no podíamos recoger la furgoneta pero quizás pudiéramos adelantar un poco los trámites.
Tea nos pasó el email del representante de Evergreen en Cartagena, David Gomez. Después de unos emails y unas cuantas llamadas frustradas descubrimos que finalmente el barco no llegaba hoy sino el jueves a las 6:00, todavía ni había salido de Colón.
Creíamos que las navieras tenían un horario fijo establecido, pero no es así. Se suponía que el buque tenía que haber salido el domingo y hoy es martes y todavía sigue en Colón.
No había nada que pudiéramos hacer salvo esperar, lo que nos molestaba es que pudiéramos haber estado algún día más en la región Kuna en vez de estar aquí metidos en el hostel. Al menos tendremos tiempo suficiente para conocer la ciudad, aunque la temperatura en Cartagena es bastante elevada (33°C) y durante el día no te dan ganas de hacer nada.
Durante el día hicimos poca cosa, trabajar un poco en la página y poco más. Cuando empezó a caer la noche nos animamos a salir un rato y dar una vuelta por el casco antiguo. Había menos gente que ayer pero el ambiente se sentía muy agradable, la verdad que esta zona es perfecta para pasear, hay bastante cosas que ver y si tienes dinero hay muchas tiendas donde gastarlo. El área está preparada totalmente para el turismo: mucha seguridad, limpieza, tranquilidad, tiendas, restaurantes, museos...
Cenamos en un puesto en la calle que tenía unos pinchos morunos exquisitos y cuando nos íbamos vimos a uno de los artistas más reconocidos de Colombia: Juanes. Resulta que acababa de terminar un concierto en frente del centro de convenciones y estaban todos sus fans histéricos esperándolo a la salida para conseguir su autógrafo.
Por curiosidad nos quedamos al otro lado de la calle con la fortuna que al salir pasó de todos sus fans, hizo un giro extraño en la vía y su vehículo pasó a escasos dos metros de donde estábamos. Juanes estaba en el lado de la ventana y nos saludó, nos quedamos bastante sorprendidos. Por cierto tiene que ser bajito porque su cabeza apenas sobresalía por encima de la ventana.
Mañana ya veremos que hacemos, queremos ir al puerto directamente para ver si podemos acelerar el proceso de alguna manera, pero parece que las cosas de palacio van despacio...
David
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Raffita (domingo, 13 mayo 2018)
Bueno por lo menos vieron que cartagena es bonito ¡