Qué día más raro, hoy es Nochebuena y estamos asfixiados por el calor. Para ambos es una sensación nueva porque estamos acostumbrados a pasar la Navidad con guantes y abrigo y no con bañador y chanclas, además nos sorprende ver adornos navideños junto a palmeras y hamacas.
Aunque en Taganga hay tiendas solo tienen lo básico y nosotros queríamos comprar algo especial para esta noche por eso nos fuimos Santa Marta. Salimos temprano de Taganga porque intuíamos que hoy las compras iban a ser una locura y cuanto antes termináramos mucho mejor.
Poco después de las 8 ya estábamos en Santa Marta, conseguimos aparcar muy cerca del centro y como todavía todo estaba relativamente tranquilo y teníamos tiempo, dimos una vuelta por la ciudad. Santa Marta posee una iluminación navideña muy característica que tiene que ser muy vistosa por la noche, a ver si nos toca verla.
Aprovechamos para buscar la oficina de los Parques Nacionales de Colombia y hablar con alguien que nos pudiera conceder un permiso para entrar al parque Tayrona a grabar y tomar fotos. El día no era el más adecuado, la persona encargada no se encontraba en la oficina pero aun así nos comentaron que esos permisos únicamente se concedían a través de la oficina central en Bogotá y nos teníamos que poner en contacto con ellos para hacer todo el trámite. Nos parece un poco complicado pero vamos a seguir el procedimiento y a ver que pasa.
Poco a poco el centro se empezó a llenar de puestos callejeros y gente y nos fuimos a comprar nuestra cena navideña. Lo bueno es que ya sabíamos el menú: ravioli con pollo y puré de patata. Aunque era temprano el pollo estaba agotado y modificamos un poco el menú, en vez de pollo compramos lomo de res. Cuando salimos de Santa Marta la ciudad ya era un hormiguero de gente, menos mal que habíamos calculado bien el tiempo.
Por la tarde estuvimos hablando con nuestras familias y amigos y pasadas las 19:00 nos pusimos a cocinar. Nuestra cena no era muy complicada de preparar y estuvo lista en poco tiempo. Habíamos invitado a Dani a que cenara con nosotros porque él estaba solo y cuando llegó alrededor de las 21:00 nos pusimos a cenar.
Ha sido una experiencia nueva para nosotros pasar Nochebuena lejos de nuestros hogares pero totalmente positiva. Ahora todavía es pronto y vamos a dar una vuelta a ver si se ve ambiente por la calle y tomar algo, que para eso es Navidad.
David
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Raffita (domingo, 13 mayo 2018 18:38)
Que genial que tengan nuevas experiencias ¡