VW, toda una comunidad de amigos

Ojalá el día tuviera más horas para poder hacer todo lo que queremos en Bogotá. Pero como es imposible y tampoco podemos estar en dos sitios a la vez, esta mañana por ejemplo no pudimos tomar un ajiaco con la familia de Juan porque habíamos quedado con Izak y Jhon que nos iban a echar una mano con algunas cosillas de la Zaigua, esperamos poder probar ese ajiaco en otra ocasión

A las 11 estábamos en Sacramento, una tienda de VW que también es sede del Club Volkswagen D K L. Entre varios escarabajos o vochos que había aparcados, nos sorprendió ver una combi parecida a la nuestra en muy buenas condiciones, hacía mucho tiempo que no veíamos una prima de la Zaigua. Estuvimos charlando un rato con los chicos, compartiendo historias y hablando de otros viajeros que también habían pasado por Bogotá y que igualmente nosotros conocemos por internet.

Izak y Jhon se montaron en la furgoneta y los cuatro nos dirigimos hacia el taller de don Jorge, Servi Hervy un lugar especializado en VW (previa parada técnica para comer un pastel). En el taller vimos tres combis más que estaban en proceso de reparación. Don Jorge se montó en la Zaigua para ver que le ocurría y vimos algunos detalles como el pedal del embrague que chirriaba, una suspensión que estaba floja y el claxon que hacía un par de días que había dejado de sonar.

Basilio se puso con la tarea de reparar todos esos detalles mientras veíamos fotos de otras combis que habían trabajado, nos contaban historias de otros viajeros que habían pasado por el taller y veíamos todas las combis de don Jorge. Sorprendentemente su afición a este vehículo es reciente pero en un año y medio se ha hecho con cuatro combis, a cada cual más bonita y diferente. A don Jorge y su hijo Andrés, les gusta ayudar a los viajeros como nosotros y estuvimos varias horas charlando y tomando cerveza, no había un minuto en que no tuviéramos una cerveza en la mano, fueron muy hospitalarios con nosotros. Por si esto no fuera poco entre don Jorge, Andrés, Basilio, Jhon e Izak nos colaboraron con las reparaciones, no nos lo creíamos.

A la hora del cierre nos fuimos todos en caravana, un fastback, una combi pick up y la Zaigua, de regreso a Sacramento. Allá seguimos tomando cervezas y contando historias de VW, viajeros… pasamos un rato divertido. Nos despedimos de don Jorge y Andrés (el lunes los vamos a visitar para reparar otra cosilla con una ventana, de Jhon, Izak) y todos los demás chicos y nos fuimos a encontrar con Juan y sus amigos. Estaba lloviendo y el tráfico estaba pesado al ser sábado pero tras un rato conseguimos juntarnos todos en un centro comercial para cenar.

Tuvimos una cena amena (otra vez contando nuestras batallitas) y antes de regresarnos a la casa de Juan nos encontramos con su padre, Luis Hernando, que nos regaló un kit de higiene para el camino (nos resultó muy curioso que nos regalara ese kit porque es algo que necesitamos y a nadie se le había ocurrido hasta ahora) y aprovecharnos para despedirnos de él.

Al llegar a la casa, Juan y su madre insistieron en que nos quedáramos en un cuarto pero ya son muchos días sin dormir en la Zaigua. Agradecemos su hospitalidad pero hoy nos toca dormir en nuestra cama que la echamos de menos.

David