Decidimos tomar el día de hoy de descanso. Los últimos días han sido algo extraños y estresantes de una manera o de otra, así que no nos viene nada mal tomarnos un día antes de continuar con la ruta y pasar a Ecuador. Hoy me fue difícil despegarme de mi almohada nueva, es sorprendente sentir algo acolchonadito debajo de la cabeza y no ver más el horror de cosa que usaba David para dormir. La compra de almohadas ayer fue un gran acierto.
Salimos a desayunar, aquí es mucho más barato comer fuera que preparar algo. Pasamos por un parque y vimos a mucha gente haciendo aerobics al ritmo de un entrenador que estaba sobre una tarima. Comenzó a llover un poco, así que entramos a una panadería-restaurante-cafetería a desayunar: huevos arroz y chocolate caliente. David pide un trozo de carne en vez de huevos.
Caminamos un buen rato y descubrimos que al menos aquí en el área del centro hay una gran cantidad de iglesias, muy distintas una de otra. Había bastante movimiento, algunos en bicis en la ciclovía y otros yendo a misa.
Compramos algunas cosas para preparar comida hoy en la Zaigua, de pronto hace falta comer algo más que pan, fritos y huevo – aunque nos encantan.
El clima aquí en Pasto es frío y húmedo, lo único en que puedo pensar es en volver a meterme debajo de mis cobijas. Bueno, de hecho ya estoy debajo de mis cobijas aunque tendré que salir de aquí a ver si es posible conectarnos a internet y llamar a casa.
Mañana posiblemente terminemos el día ya en Ecuador.
Andrea
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