Un domingo lluvioso

La verdad que no funcionó y decidimos que lo mejor era ir a la Plaza de Armas a ver si había más movimiento de ventas. Con disimulo para que la policía no nos molestara, estuvimos ofreciendo nuestros productos con bastante éxito ya que en poco rato vendimos varios artículos.

Durante el resto del día no hicimos mucho más. A mediodía conocimos a un mexicano de Guadalajara que quedó encantado con la combi. Hace cinco años que no regresa a su país y le hizo ilusión ver un vehículo de su tierra. Después de la sesión fotográfica de rigor, estuvimos un buen rato conversando con él, nos decía que el próximo mes quiere regresar a México, ojalá que le vaya muy bien.

Algo que nos ha llamado la atención durante estos últimos días en Cusco es la falta de educación ambiental e higiene de cierta parte de la población. Hay gente que tira papeles, plásticos o lo que ya no necesita a la calle con toda normalidad, lo hemos visto en niños y en adultos. A tal punto llega la situación, que hoy hemos visto hasta dos niños defecando en plena calle a escasos metros de la Zaigua sin que nadie les llamara la atención.