¿Qué mejor manera de bajar el asado de anoche que con un paseo en bicicleta por los alrededores de Uspallata? De nuevo nos volvimos a juntar los viajeros uspallatenses (Fernanda, Martín, Tommy, Lisa, Anthony, Mary, Anim, Sanim y yo, seguro que he puesto algún nombre mal), conseguimos unas bicicletas y a media mañana salimos de Uspallata para hacer un recorrido de unos 14 km.
Por cierto un poco de chisme, ¿alguien ha visto la película 7 años en el Tibet de Brat Pitt? Pues se rodó aquí y durante 3 meses Uspallata y sus alrededores se
convirtieron en un plató natural de grabación.
Nuestra primera parada fue a los 2 km en las bóvedas de Uspallata. Estas instalaciones fueron construidas por los jesuitas durante la época colonial y sus 3 características cúpulas son chimeneas ya que en el interior se fundía oro y plata que después se transportaba a Chile y de ahí a España. Con el tiempo luego también se fueron fundiendo otros minerales. El acceso a este lugar es gratuito y además cuenta con un museo en el que se puede aprender un poco sobre la historia de la región.
Después de la visita cultural, seguimos nuestra ruta hasta el cerro Tunduqueral, otros 5 km más cuesta arriba… Tras un par de paradas para hidratarnos y agarrar un poco de aire, llegamos hasta este lugar sagrado de suma importancia para los indígenas que habitaron la zona. La entrada es gratuita y se caracteriza por los petroglifos que hay en el cerro.
Estos grabados se atribuyen a indígenas que vivieron en el área durante los siglos VIII - X. Hay figuras que se asemejan a avestruces, hombres, mujeres, etc. Según los entendidos este lugar debió ser un centro de culto y lugar de ceremonias.
Durante un buen rato estuvimos disfrutando del espectáculo que nos brindaba la naturaleza mientras nos impregnábamos de la energía mística que manaba del cerro. Lo malo fue que comenzó a llover y tuvimos que marcharnos antes de lo queríamos, eso sí, tardamos unas 4 veces menos en regresar a Uspallata, como se notaba que era cuesta abajo y estaba lloviendo…
David
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