Frente al gigante de Hielo

El glaciar Perito Moreno frente a la península de Magallanes

El día comenzó temprano ya que nuestro autobús de la agencia Caltur salió a las 8:00am de El Calafate hacia Perito Moreno. Conforme fuimos avanzando en la ruta el cielo comenzó a encapotarse y pronto no veíamos un solo rayo de sol. Para cuando llegamos al puerto en el Parque Nacional los Glaciares ya estaba lloviendo.

Obviamente no era el mejor día para visitar los glaciares, pero hay que decir que el clima no impidió que pudiésemos asombrarnos de la majestuosidad del hielo.

Bajamos del autobús y nos fuimos directo al barco de Hielo&Aventura que ya esperaba por los pasajeros en el Lago Argentino. Fuimos los primeros así que pudimos escoger nuestro lugar justo al frente de la enorme embarcación, aunque la verdad es que no es muy importante en qué lugar te sientes, ya que para apreciar las paredes del glaciar dan espacio a que los turistas vayan al exterior del barco y puedan desde afuera tomar fotografías y sentir lo helado del viento.

La lluvia no había parado, más bien se había convertido en aguanieve y había fuertes ráfagas de viento que nos hicieron muy difícil la tarea de grabar y tomar fotografías, pero fue realmente impresionante estar tan cerca de un glaciar por primera vez en la vida.

Estuvimos afuera un tiempo hasta que el frío nos venció y nos envió de vuelta a nuestros asientos en el calor de adentro. Fue en el transcurso de una hora que navegamos frente al glaciar, entre los bloques de hielo que flotaban sobre el agua y golpeaban los costados de la embarcación.

De regreso en el puerto nuestro transporte terrestre ya esperaba por nosotros y el resto de los visitantes para llevarnos a las “pasarelas” que se encuentran en el Canal de los Tempanos, desde las cuales veríamos la otra cara del Perito Moreno. Si uno lo ve en un mapa, Lago Argentino y Canal de los Témpanos están conectados, pero el avance del glaciar crea una barrera de hielo entre ambos que hace presión contra la península de Magallanes, hasta que después de varios años esta misma presión genera un rompimiento en el hielo.

Llegamos al área de pasarelas, en esta zona hay una cálida cafetería en la que pasamos un buen rato mientras esperábamos que la lluvia disminuyera un poco. Para pasear en las pasarelas nos dieron un periodo de cuatro horas, más que suficiente para observar con cuidado el glaciar, escuchar sus rugidos al romperse el hielo y hasta desayunar en la cafetería.

Las pasarelas tienen distintas rutas muy similares entre sí, unas más cortas que otras, siendo la de mayor duración –aproximada- de una hora y media. Además hay un elevador para las personas mayores y aquellas con imposibilidad de caminar; algo sumamente importante ya que las rutas son escaleras tras escaleras.

Al fin la lluvia cesó por un corto periodo que nos dio los ánimos para salir a caminar frente al glaciar. Apenas llegamos al primer mirador vimos toda su inmensidad frente a nosotros. Enormes picos de hielo erguidos unos detrás y al lado de otro y así sucesivamente hasta nos dio la vista, solo veíamos hielo y un poco de agua sobre la que flotaba más hielo.

El viento era muy fuerte y nos daba justo de frente, nos quedó claro -una vez más- que hoy no era el mejor día para visitar el glaciar, pero nada puede opacar la maravilla que es estar frente al Perito Moreno. El frío se nos olvidó –un poco- cuando escuchábamos el hielo resquebrajándose, y de pronto vimos un pequeño desprendimiento de hielo que cayó al agua haciendo mucho estruendo. Hace apenas tres meses, en el mes diciembre fue que ocurrió un desprendimiento importante de hielo que tiene lugar cada ciertos años, y es causado por la presión que el hielo ejerce contra la superficie de la tierra.

Tratamos de tomar las fotos lo mejor posible con todo y el aguanieve, emocionados por el gigante de hielo que teníamos enfrente –con una pared de 75 metros sobre el agua. Los picos mostraban diferentes tonos de azul que los hacían parecer hechos de mármol azulado. Una experiencia inolvidable.

Regresamos a prisa a la cafetería porque el viento hizo que la sensación térmica disminuyera notablemente y la lluvia estaba cada vez más fuerte.

En la cafetería pedimos un café y nos sentamos a charlas con los amigos que hicimos en nuestra mesa, fue bastante agradable recuperar el calor escuchando la experiencia de otros. Junto a mi estaba un hombre oriundo de Buenos Aires, que con 75 años, al igual que el resto de los que estaba en la mesa, visitaba los glaciares por primera vez y con un comentario nos recordó lo afortunados que somos de ser jóvenes y poder conocer lugares en países ajenos al nuestro.

Y así es, tenemos una fortuna invaluable al poder recorrer tantos lugares, colectando experiencias que nos acompañaran el resto de la vida y que seguramente compartiremos con nuestras familias. Visitar el glaciar Perito Moreno hoy se une a esas experiencias, y de aquí nos llevamos ese gran recuerdo.

El autobús estuvo puntual por nosotros a las 4:00pm y pronto estábamos de regreso en El Calafate, que se había contagiado de lo lluvioso del glaciar. Ahora está lloviendo y hace bastante frío así que nos metimos a una cafetería con wifi para escribir un rato acerca del día y agradecer una vez más a Parque Nacional los Glaciares por el permiso para ingresar al parque, a transportes Caltur por llevarnos al Perito Moreno y traernos de regreso, y a Hielo &Aventura por el safari náutico, ha sido un gran día.

Andrea