Parque Nacional Tierra del Fuego

Los últimos días ha estado lloviendo casi todo el tiempo y hoy que el cielo salió algo despejado aprovechamos a realizar nuestra última excursión en el área de Ushuaia: el Parque Nacional Tierra del Fuego.

Este parque caracterizado por sus enormes bosques patagónicos de lenga y guindo también alberga el último punto kilométrico de la ruta 3, nos encontramos a 3,079 kilómetros de Buenos Aires, menudo caminito hacia el norte nos espera…

En cuanto a la vegetación, además de la lenga y el guindo, cabe destacar la presencia de los turbales o turberas. La turba es un elemento  distinguido del paisaje de la Tierra del Fuego cuyo proceso de formación solo es posible en ambientes húmedos con bajas temperaturas que impiden la descomposición de la materia orgánica. Así, en un ambiente sin oxígeno y ácido, las plantas que mueren se van acumulando y forman la turba.

Nuestro primer punto de interés en el parque fue la bahía Lapatia a poca distancia del límite con Chile y en donde se pueden observar las aves más representativas de la región: los cauquenes. De ahí realizamos un pequeño trekking hacia una castorera, un área afectada por las colonias de castores. Estos mamíferos fueron introducidos en la Tierra del Fuego en 1946 con fines peleteros. Sin embargo, el proyecto no funcionó y sin predadores naturales y en un hábitat natural parecido al suyo, con el tiempo se adueñaron de la mayor parte de las cuencas del Archipiélago Fueguino provocando verdaderos destrozos en el medio ambiente. Un claro ejemplo del daño que realizan las especies exóticas cuando son introducidas en lugares fuera de su ecosistema sin ningún tipo de control.