Punta Arenas: de la zona franca a evacuación por peligro de tsunami

Ayer y hoy nos dedicamos a ir de tienda en tienda en la zona franca de Punta de Arenas, buscando nuevas llantas para la camioneta y el lente de la cámara que tanta falta nos hace y que nos ha sido imposible conseguir en cualquier otro lado.  Para nuestra sorpresa, más allá de las  compras, hoy terminamos el día con alerta de tsunami en el país. Pero comencemos por la zona franca.

La zona franca en Punta Arenas se encuentra muy cerca del puerto de trasbordador marítimo que conecta con la isla de Tierra del Fuego.  Es una amplia área –no muy atractiva- en la que se encuentran diversos productos: desde zapatos hasta latas de conservas, pasando por artículos tecnológicos y ropa para montaña. También se venden automóviles, accesorios para camping, perfumes, alimentos importados, ropa, material industrial, etc.

Para muchos, aunque antes hayamos escuchado hablar de ellas, no tenemos claro lo que es una zona franca, así que lo investigué para salir de dudas: Una zona franca es un lugar al cual se pueden ingresar mercancías –cualquiera que sea la cantidad, naturaleza u origen- sin que se deba responder por estas a derechos de importación, gravámenes interiores, ni a medidas de política comercial.  Una de las exigencias de la zona franca es un tráfico comercial activo y dinámico.   Hay que tener en cuenta que no todas las zonas francas del mundo funcionan de la misma manera, ya que existen distintas modalidades –de exportación, de sustitución o internación, de maquila, etc.

En nuestro caso pudimos observar algunas cosas en la zona franca de Punta Arenas: no hay muchas marcas conocidas, o más bien casi ninguna, excepto en lo que a automóviles, perfumes y equipo tecnológico se refiere.  La ropa y equipo de montaña va liderada por la marca Doite; pero no se encuentran marcas como Columbia o The North Face, así como tampoco marcas netamente profesionales.

Lo que si encontramos fue un buen precio por unas buenas llantas; pongámoslo así, pagamos la mitad de lo que hubiésemos pagado en Argentina por neumáticos de menor calidad a los que encontramos aquí.  La Zaigua estrenó sus ya muy necesarios zapatos nuevos – Goodyear de ocho capas. 

El equipo de llantera nos asesoró para encontrar las llantas adecuadas para el recorrido que estamos realizando y el peso de la camioneta, lo cual fue enormemente útil ya que de no haber sido así hubiésemos comprado las equivocadas y quizá hubiésemos terminado con un reventón en la carretera.

La otra gran compra que pudimos hacer fue la del lente Nikon que se nos rompió hace unas semanas y que hasta ahora parecía que no encontraríamos. También por este lente pagamos mucho menos de lo que hubiésemos tenido que pagar en Argentina, Uruguay o Brasil, en caso de encontrarlo.

Visitamos también los supermercados, que son tan grandes que pasamos  un buen rato recorriendo los pasillos; nos dimos cuenta de que  en cuestiones de alimentos –conservas, pastas, salsas, aceite, leche, dulces, vino, etc.- es más barato comprarlos en Argentina.  Digámoslo así, los productos que también se producen en Argentina, tienden a ser menos costosos allá que en Chile, incluso comparando con los precios de la zona franca; pero aquellos productos que se tienen que importar al país son muchísimo más caros del lado argentino que en el chileno –electrodomésticos, tecnología, etc.

Nos llevamos una grata sorpresa al conocer a Romi, Diego y Eñaut, que nos recibieron en su casa aquí en Punta Arenas, gracias a los chicos de Lazos Latinos, que van en ruta hacia México y nos contactaron con sus amigos.  Diego y Eñaut están estudiando la maestría en Glaciología -algo de lo que jamás había escuchado pero luego de una corta explicación suena bastante interesante- y visitan con frecuencia las Torres del Paine.   

Cuando Diego se enteró de que no podríamos ir al Parque Nacional Torres del Paine, decidió montarnos una foto frente a la televisión, para que al menos así pudiéramos ver las Torres.

Romina nos preparó una cena súper rica, que para sorpresa de David y mía era totalmente vegetariana.  Mientras Romi cocinaba se dio cuenta de que se escuchaban muchas sirenas en la calle. Todos los canales en la televisión estaban emitiendo el estado de alerta en el todo el país, un terremoto de 8.8 grados se registró en el mar cerca de las costas chilenas, al norte del país.

Vimos por televisión la evacuación de miles de personas, que debían abandonar sus hogares ya que se avecinaba un tsunami.  Incluso aquí en Punta Arenas se está dando alerta de evacuación, sin embargo aquí no es obligatoria, ya que las posibilidades de que llegue son ínfimas, debido a la ubicación de la ciudad. 

Según han dicho en los noticieros, el tsunami estaría llegando a Punta Arenas luego de las 2:00am, probablemente aun estaremos despiertos.  Mientras tanto seguiremos escuchando las historias de los chicos y viendo noticias.  Solo esperamos no despertar esta noche con los pies mojados…

Andrea