La fructífera pesca de ayer –que sin duda alguna debemos agradecerla a Graciela- hoy se convirtió en nuestro almuerzo. Alberto y Graciela dedicaron un buen rato del día a limpiarlo y prepararlo: lo cortaron en trocitos alargados y delgados para después empanizarlo y freírlo. Muy rico.
Pasamos la tarde en casa, trabajando en videos atrasados, comiendo, preparando las cosas para nuestra salida mañana –retomamos la ruta y nos dirigimos a Mar del Plata-, aprendiendo de las recetas de Graciela y conversando con la pareja. Llovió casi todo el día.
Por la tarde tuvimos una entrevista para la televisión, que aún no sabemos qué tal quedó ya que no hemos podido verla.
Ahora Graciela está preparando una rica cena, en realidad es interesante cómo la manera de preparar las cosas cambia de casa en casa, y lo rico que es ir descubriendo nuevas formas de cocinar como lo estamos haciendo teniendo a Graciela de ejemplo.
Andrea
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