Si ayer tuvimos la oportunidad de conocer la actividad yerbatera de Virasoro hoy pudimos comprobar la calidad de su gente, un día zaigüero de principio a fin.
Anoche nos quedamos en esta localidad de casualidad, estábamos a punto de seguir en la ruta cuando vimos un cartel que anunciaba una feria regional para hoy. Como no se pierde nada por preguntar, nos acercamos hasta la oficina de turismo para averiguar si nosotros podríamos participar como expositores. Después de un par de llamadas nos dijeron que no había ningún problema, únicamente que nos presentáramos hoy en el gimnasio municipal a las 7:30 para formalizar la inscripción.
A esa hora nos presentamos y enseguida nos ofrecieron una mesa para que pusiéramos nuestra mercancía. Desde el principio nos llamó la atención la amabilidad y hospitalidad con la que nos trataban la cual continuó durante el resto del día. Para nuestra sorpresa a las 9 de la mañana ya empezó a llegar la gente y con ella poco a poco las ventas. De vez en cuando pasaba alguien de la organización ofreciéndonos mate cocido y tortas fritas, más que vendedores nos sentíamos como invitados.
La mañana se pasó rápidamente y cuando creíamos que todo terminaba a mediodía (porque Argentina jugaba contra Bélgica en el mundial de fútbol), nos avisan que al descanso del partido se iba a ofrecer una comida para los artesanos para así continuar luego por la tarde. Ya hemos estado en unas cuantas ferias y en ninguna la organización nos había dado de comer.
Durante el partido cesó toda la actividad y nos entretuvimos observando la pasión argentina por la pelota. Por la tarde, además de seguir vendiendo artículos, aprovechamos a conocer otros artesanos y enseguida entablamos amistad con Graciela y Gustavo, dos artesanos locales. Con ellos intercambiamos algunos materiales y Gustavo nos invitó a su casa a comer un asado correntino.
Cuando empezó a oscurecer todo el mundo empezó a recoger sus cosas y durante la despedida nos regalaron quinotos en almíbar y nos invitaron para la siguiente feria en septiembre, que gente más maja la verdad.
Gustavo nos llevó hasta su casa en donde nos presentó a sus padres y sus hermanos y comenzó el show de la carne. El asado argentino no es solo comida, es un evento social en el que se comparte durante muchas horas.
Ahora ya nos cansamos de comer pero todavía quedan un par de botellas de fernet así que vamos a ver si hoy no nos toca despertar a los gallos…
David
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Gustavo (martes, 08 julio 2014 02:38)
Dios quiera tenerlos pronto poraqui de nuevo!!! Un abrazo y Dios los bendiga...No se olviden mi casa es su casa!!!
enrique (martes, 08 julio 2014 04:02)
muchachos ese asado esta para chuparse los dedosy que bueno que asistieron a esa feria, yo leia y veia esas fotos y asta parese que me daba el olor del asado.