Ayer y hoy hemos paseado en la ciudad, caminando entre los mares de gente, a veces relajados y a veces compartiendo el apuro de los demás. También paseamos en bicicleta, aunque más que paseo fue la mejor opción para ahorrarnos una decena de cuadras de caminata. No es nada fácil–ni seguro–manejarse en dos ruedas en esta ciudad, pero sí divertido y también práctico.
Conocimos el área de Once, a donde nos recomendaron ir para abastecernos de material para hacer artesanías. La visita fue interesante ya que Once es un barrio con mucho movimiento comercial llevado por inmigrantes chinos; sin embargo, no encontramos el material que buscábamos –piedras y artesanías locales–sino muchos artículos de plástico, ropa, electrodomésticos y herramientas.
Visitamos el Congreso y el Teatro Colon, y encontramos una pizza deliciosa en la Av. 9 de Julio –no será Pirilo, pero es muy rica a su estilo. Hemos caminado muchísimo estos dos días, pasamos mucho tiempo en la calle y la pizza se ha convertido en clave de nuestra alimentación–el sueño de cualquier adolescente.
Recorrimos el barrio de San Telmo casi por completo, desde la ruta del comic–donde me tomé una foto con Mafalda –hasta el parque Lezama, pasando por la famosa Plaza Dorrego en la que pudimos apreciar a una pareja bailando tango ante unos pocos espectadores que tomaban café.
Mientras veíamos el espectáculo se acercó un hombre joven a nosotros, David lo reconoció inmediatamente pero a me tomó un poco más… era el doctor Juan Manuel, que me atendió en la clínica de Sarmiento aquella noche que fuimos de urgencia al hospital. Él se encuentra en Buenos Aires acudiendo a un congreso y en el tiempo libre, al igual que nosotros, estaba conociendo la Plaza Dorrego. Fue una gran coincidencia.
Más tarde luego de caminar un buen rato en los alrededores regresamos a la Plaza Dorrego, y frente a una de las muchas tiendas de antigüedades del área nos topamos con Hoika–una chica de Hong Kong– de quien nos hicimos amigos en Ushuaia y ahora nos encontrábamos acá, otra enorme coincidencia…
Han sido dos buenos y ajetreados días en la gran Buenos Aires, lo sorprendente es lo mucho que aún nos falta por conocer…
Andrea
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