Después de una semana en Buenos Aires lo que más me molesta de esta ciudad es el tráfico. Sin embargo existen diferentes posibilidades de movilidad para no caer en el estrés capitalino.
Desde que llegamos, la Zaigua ha estado estacionada en San Telmo y lo mejor que hemos hecho es no moverla. Para trasladarnos dentro del microcentro (nuestra área de acción) sin utilizar la combi ni caminar constantemente existen tres posibilidades: el Subte (metro), el autobús o la bicicleta.
El Subte cuenta con 6 líneas de metro que cubren buena parte de la ciudad y por ARG$4.50 por viaje es una buena opción. También existen decenas de rutas de autobús que por ARG$2.70 te llevan a donde quieras y muchas operan durante las 24 horas del día. Estas tarifas aplican si se usa la tarjeta SUBE, una única tarjeta para utilizar el Subte o el autobús.
Si bien ambos medios de transporte son muy eficientes, nosotros estamos utilizando uno más alternativo: la bicicleta. Buenos Aires cuenta con un servicio gratuito de bicicletas que se llama Ecobici. Al día siguiente de llegar a la ciudad porteña nos inscribimos en este sistema de transporte público entregando únicamente una copia de nuestro pasaporte y otra copia del sello de entrada. En menos de 5 minutos ya teníamos más de 800 bicis a nuestra disposición para movernos con total independencia.
El procedimiento es muy sencillo, nos acercamos hasta una de las 32 estaciones de bicicletas habilitadas y durante una hora tenemos las bicis para utilizarlas a nuestro antojo. Si necesitamos más tiempo únicamente tenemos que renovar nuestro periodo de préstamo en cualquier estación.
De esta manera hemos estado recorriendo el microcentro de Buenos Aires durante los últimos días. Hoy aprovechando que salió el sol nos acercamos hasta Recoleta y Palermo en donde recorrimos la Plaza de las Naciones Unidas con su monumento de la Floralis Genérica, el paseo de las esculturas, el jardín El Rosedal, la plaza Gould y la plaza Italia entre otros lugares.
Aunque trasladarse en bicicleta tiene muchas ventajas no todo es positivo. La ciudad necesita muchos más kilómetros de ciclovías y los automovilistas mayor educación vial, pero bueno, por ahora seguiremos conociendo Buenos Aires en dos ruedas, y de paso hacemos un poco de ejercicio que nunca viene mal J
David
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