Chinatown

Para darme una buena idea de las dimensiones de Buenos Aires, hoy fui de paseo al Barrio Chino con Hoika –de Hong Kong- y con Jan –de Republica Checa-, a quienes conocemos desde Ushuaia. Tomamos un autobús desde el Obelisco que nos llevó hasta nuestro destino. El trayecto duro aproximadamente una hora –lo cual fue suficiente para marearme terriblemente en el autobús.

El día ha estado nublado y un tanto lluvioso, por lo cual David prefirió quedarse a trabajar en la computadora. Dado que los últimos días han estado igual que este, yo preferí aprovechar que al menos hoy no se trata de aguaceros.

Llegamos al Barrio Chino, inmediatamente distinguimos la arquitectura de la entrada, las estatuas y anuncios de tiendas, así como la población china. Entramos a la primera tienda que vimos, queríamos comprarlo todo: tés, fideos, tofú, soya, algas y demás productos que son difíciles de encontrar en los mercados comunes.

En la segunda tienda las cosas se me complicaron ya que los productos no tenían traducción al inglés ni al español, así que tenía que recurrir a Hoika para que me tradujera las palabras en los productos o que me explicase qué era lo que estaba viendo. Para mi sorpresa en ese mercado encontré una estantería llena de productos mexicanos, realmente no tengo idea qué hacían ahí un montón de salsas y chiles de La Costeña, lo que sí sé es que eran carísimos.

Contrario a os que nos imaginábamos, Chinatown resultó ser un lugar bastante caro en relación con los precios que unos puede encontrar en el resto de la ciudad. Ya que los precios eran tan altos, no pudimos comprar casi nada y optamos por regresar al centro para comer.

Esta vez tomamos el subterráneo, resultó más rápido y cómodo: sin mareos. Llegamos a centro ya cuando había oscurecido y esa lluvia leve que nos acompañó todo el día continuaba cayendo.

Fue agradable visitar el Barrio Chino, pero creo que ninguno de nosotros regresaría, al menos no de compras. Pasear con Hoika y Jan es bastante ameno, me alegra haberme unido a su día de excursión para descubrir un poco más de la enorme Buenos Aires.

Andrea