Los últimos días los hemos pasado en Haedo, al oeste de Buenos Aires. Desde que llegamos el fin de semana ,Debi y Leo nos han estado mimando en su casa y hemos tenido unos día de tranquilidad que ya nos hacían falta, estar tantas semanas en el microcentro en la Zaigua con ruido permanente ha sido bastante estresante.
El lunes Leo nos llevó hasta Liniers, un barrio porteño conocido por su equipo de fútbol (el Vélez) y por su agitada actividad comercial gracias a la migración boliviana que allá se encuentra, de hecho se la conoce como la “Pequeña Bolivia”. Para llegar allá dejamos descansar a la Zaigua y utilizamos el famoso tren Sarmiento, muy buen servicio por ARG$1.10.
Por la tarde, después que Leo se comprara todas sus “chucherías vegetarianas”, nos juntamos con Kari, Pablo y Paloma para conocer su nueva casa y comer unas empanadas.
Ayer dedicamos la mayor parte del día a una tarea que teníamos pendiente hace tiempo pero siempre voy retrasando de una manera u otra: lavar la Zaigua. Leo se empeñó en que la combi tenía que salir impecable del oeste y así fue. De paso Leo repaso las ventas y puertas con silicona ya que últimamente nos entraba agua e incluso se nos mojaba la cama.
Al anochecer, después de la hora punta, regresamos al microcentro para pasar nuestros últimos días por acá, eso sí, nos fuimos del oeste, pero volveremos!!!
David
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