Dejamos San Ignacio rumbo a Posadas, ciudad fronteriza con Paraguay. Este es nuestro último punto en Argentina antes de visitar el vecino país, aunque regresaremos un poco más al norte para visitar las Cataratas de Iguazú y entrar a Brasil.
Posadas es un sitio que parece ser tranquilo, o al menos así lo vemos nosotros ya que no hemos tenido ningún inconveniente –aun durmiendo frente a la estación vieja de ferrocarril y el Rio Paraná.
Lo días aquí son más calurosos, la gente tiene un acento completamente distinto al del resto del país e incuso las características físicas de las personas han variado un poco respecto a las del sur. Estamos en la esquinita tropical de Argentina.
La ciudad tiene mucho movimiento en el día, así que nos hemos resguardado del calor y la gente en la biblioteca pública, en la que nos permiten trabajar con el internet, en la tranquilidad y frescura del gran salón.
Esta tarde al caer el sol fuimos a turistear a la Plaza de Armas y también al Río Paraná, desde donde podíamos observar la larguísima fila de autos esperando en el paso fronterizo, y justo frente a nosotros, Paraguay.
Es interesante la dinámica que existe entre Posadas y Encarnación de Paraguay, aunque probablemente es algo que no solo atañe a estas dos ciudades, sino ambos países. Existe un incesante flujo de argentinos y paraguayos cruzando de un país al otro, eso queda claro solo de echar un vistazo a la frontera. Me recuerda mi ciudad y el flujo que hay todos los días hacia El Paso, Texas, y de regreso a Ciudad Juárez.
Al menos ya nos hemos mentalizado acerca del tiempo que pasaremos en la frontera rumbo a Paraguay, probablemente mañana. Va ser una pena no estar aquí en Argentina para celebrar la final del Mundial de Futbol, pero estaremos apoyando desde el vecino país y seguramente pronto estaremos de regreso.
Andrea
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