Paraguarí

Los precios de Paraguay no son tan distintos a los de Argentina, algunos cosas son más caras, otras más baratas, pero en promedio son muy similares, incluso el precio de la gasolina es casi el mismo.  Aunque por lo que hemos visto hasta ahora, parece que Paraguay nos dará alternativas más económicas, como el mercado.

Hoy por ser domingo casi nada, excepto el mercado, estaba abierto.  Así que dimos un paseíto por la iglesia–que tenía los alrededores inundados– y encontramos una estación de servicio en la que transmitirían la final del mundial Argentina vs Alemania.  

El minimarket de la estación de servicio se llenó de gente que se sentaba en las mesitas con cerveza en mano a ver el partido. Por lo que vimos tras el triunfo de Alemania, David y yo éramos los únicos hinchas de Argentina. No entendíamos lo que decían los otros ya que todos hablaban en guaraní mientras se reían. Lo que si nos quedó claro fueron las caras de satisfacción y los aplausos que daban al equipo alemán.  En cierta forma agradecimos no estar en Buenos Aires tras la derrota argentina, ya veremos qué tal se ponen las cosas por allá…

Y también veremos el Brasil post-mundialista dentro de no mucho tiempo.  Por lo pronto estamos en un lugar “neutral” en cuanto al futbol, así que vamos a disfrutarlo.

Mañana nos pondremos en camino rumbo a Asunción, la capital paraguaya.  El país no es muy grande–la población llega a 6.5 millones de personas– y las distancias son relativamente cortas. Así que no tardaremos mucho en estar allá.

Andrea

Hemos comenzado las rutas en Paraguay y hoy nos llevaron hasta Paraguarí. Nos habían recomendado vitar este pueblo/pequeña ciudad por ser la cuna de las hamacas paraguayas, pero todo indica que quien nos lo recomendó estaba en un error, ya que al llegar nos dijeron que no era ahí, sino varios kilómetros antes en un pueblo llamado Carapeguá.

En el camino pudimos ver el exceso de agua que acarrean los ríos y arroyos, e incluso zonas completamente inundadas en las que ni siquiera se supone que haya agua.

Las lluvias han azotado Paraguay fuertemente las últimas semanas y han dejado ya decenas –sino es que cientos– de damnificados. Por suerte la lluvia le ha dado al país un descanso desde la semana pasada –esperamos así siga.

En Paraguarí tuvimos un acercamiento más a la cultura paraguaya y pudimos comenzar a formar una idea del carácter del país.

Nos encontramos con que aquí –a diferencia de los últimos países en los que hemos estado: Chile, Argentina y Uruguay– sí hay mercado popular en el centro de la pequeña ciudad.

En las placitas hay gente vendiendo cocteles y jugos de fruta sobre mesas de madera.  Nos recuerdan los pequeños pueblos del caribe, en especial los que encontrábamos en Honduras, Nicaragua y Colombia. Hay palmeras de todos tamaños y por todos lados. Los pájaros no dejan de cantar y el calor se hace sentir desde temprano en la mañana y hasta tarde por la noche– ¡y pensar que estamos en invierno!

El mercado es un caos agradable, el tipo de caos al que nos habíamos acostumbrado y hace tanto no veíamos… Cajas de madera, fruta, jugos, vegetales, todo sobre mesas con manteles de plástico. Luego está el área de la comida, en la que constantemente se está friendo algo. La piel de la gente brilla por el leve sudor que tiene en el cuerpo, y las moscas y mosquitos revolotean de un lado a otro–todo el tiempo.

Además de fruta rica y barata encontramos algo que no habíamos visto en otro lado: tabaco 100% natural vendido a precios ínfimos.  Los puros/cigarros son bastante simples: la hoja del tabaco es enrollada para formar el cigarro, listo, sin ningún aditivo.  Un paquete de 40 puros cuesta un dólar, increíblemente barato.