Lo bueno de viajar sin ninguna limitación de tiempo es que nosotros nos adaptamos al viaje y no al revés, todo puede cambiar de un momento para otro. Hoy llevábamos poco más de 20 km recorridos con la idea de llegar a Asunción cuando nos dejamos atrapar por las fiestas patronales de Yaguarón ¿por qué no?
Íbamos planeando nuestra entrada a Asunción, cuando entrando a Yaguarón vimos unas casetas. Pensando que eran unos puestos de comida decidimos parar un momento a curiosear y ver si podíamos comprar algo. Al aproximarnos y preguntar, nos informaron que dichas casetas eran parte de una feria que estaba celebrando las fiestas patronales de Yaguarón.
Richard, uno de los organizadores, junto a don Luis, donante del predio ferial, nos explicaron que la actividad principal de las fiestas, además de los eventos musicales nocturnos, eran las corridas de toros. Justo en una hora iba a comenzar la corrida y muy amablemente nos invitaron a pasar al ruedo. Nos contaron que el objetivo principal de las fiestas es honrar al patrón local, San Buenaventura, permitiendo que los festejos estuvieran al alcance de todos. Por eso los conciertos eran gratis y la corrida de toros solo era de pago si se utilizaban los palcos, sino se podía ver desde abajo.
Cuando nos hablaron de corrida de toros, yo me imaginé un evento como los que tenemos en España, sin embargo no fue así.
Antes de comenzar el evento se realizó el paseíllo y se pidió la venia al presidente. Hasta aquí todo igual, aunque el hecho de que hubiera payasos ya indicaba que no iba a ser una corrida de toros “a la española”. Después, uno a uno se fueron sacando los toros (había 10 toros y uno “puto” que iba a ser sacrificado para dar de comer al personal de la organización), los propios jinetes los sacaban con una soga, los tumbaban y una vez en el suelo un jinete se subía y lo montaba. Agarrando la cola del animal y sujeto por una soga alrededor del cuello, debía mantenerse en el lomo del toro el mayor tiempo posible.
Cuando el montador se caía o tiraba del toro, entraban en acción los payasos y los toreros. Siempre hacía algún ejercicio de habilidad con el animal (incluso saltaban desde varios metros para caer sobre su cuello) y luego de una manera u otra lo tumbaban, señal para que regresara a los toriles. A algunos animales se les ataba dinero en el cuello o en las patas que luego iba a parar a los payasos cuando lo abatían.
El público, entre tereré, palomitas y chipas gritaba entusiasmado, la banda no paraba tocar y los niños salían corriendo en algunos descansos para recoger el dinero que le tiraban los payasos o los dulces y bebidas que les arrojaban desde las gradas.
A las 17:00 se terminó el evento y nos invitaron a quedarnos en la localidad para poder asistir al festival musical nocturno, nos pareció una idea estupenda.
Cuando llegamos había una mucha gente esperando a los diferentes grupos que iban a tocar, empezaron los más tradicionales y terminaron los más actuales, variedad para todos los gustos.
¿Y mañana que haremos? Lo único seguro es que estaremos presentes en la ceremonia principal del patrón local J
David
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