Cada viaje es un mundo y cada uno lo hace con un propósito. En nuestro caso no son “unas vacaciones” como mucha gente piensa, es algo que todavía ni nosotros mismos sabemos que es, ya que todavía se está definiendo (y eso que llevamos dos años definiéndolo…).La realidad es que la columna vertebral de nuestro viaje es la carretera y la calle, ahí es donde pasamos la gran mayoría de nuestras horas y aunque tiene muchas cosas positivas también es agotador, ¿me podré aparcar aquí? ¿es seguro? ¿hay baño? etc. De vez en cuando necesitamos parar en un lugar y hacer lo que más necesitamos: nada.
Ayer llegamos a Ypacaraí y encontramos el lugar perfecto para hacer nada. A unos kilómetros de la ciudad se encuentra el lago Ypacaraí, de casualidad dimos con un lugar habilitado para pasar el día en el que no había nadie, solo algunos pescadores locales. Nos pareció el sitio perfecto para relajarnos un poco y olvidarnos de todo.
El único inconveniente fue que el día ha estado lluvioso. Pero ni eso nos estresó porque también pudimos estar tranquilamente en la Zaigua viendo películas como si fuera un domingo por la tarde. Por cierto, en esas estábamos cuando ocurrió la anécdota del día: la policía nos trató como exhibicionistas!
A media tarde estábamos inmersos en una película cuando de repente nos tocan el cristal lateral, tras el susto momentáneo me acerco a abrir y me encuentro con un oficial que enseguida está metiendo su cabeza adentro. “¿Qué están haciendo? ¿No estarán haciendo sus cochinadas aquí? En este lugar está prohibido realizar actos de exhibicionismo”. Me quede con ganas de decirle que había llegado pronto para eso, que si quería algo de acción viniera un poco más tarde, pero al final le dijimos que únicamente estábamos con la computadora. Hizo un amago de pedirnos los pasaportes, pero cuando los íbamos a buscar y nos vio vestidos, dijo que todo estaba bien y se marchó como vino.
Todo fue una coincidencia, justo estábamos viendo una película mexicana llamada “Paradas Continuas” que trata sobre unos chicos que rentan su combi como motel. ¿Será una señal? ¿Tendremos que convertir a la Zaigua en “motel rodante” para financiar nuestro viaje? Uhmmmm interesante…
David
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Romina (viernes, 25 julio 2014 22:52)
jajajaja todo pasa por algo!! saludos desde la Patagonia !! :D