Tras más de 40,000 kilómetros hemos llegado a donde se suponía sería nuestro destino final: Brasil!!!! Aunque no es aquí donde termina Zaigua Through the Americas, si es aquí donde comenzamos otra etapa de la recta final de esta travesía.
Hoy celebramos un logro más en nuestra ruta latinoamericana y estamos emocionados por los nuevos retos que este país nos depara. El primer reto: el idioma.
Salimos de Puerto Iguazú rumbo a Foz do Iguazu por ahí de medio día. No había fila para esperar así que rápidamente accedimos a la casilla de migración argentina en la que sellaron nuestras salidas–te extrañaremos Argentina.
Estacionamos la camioneta y bajamos a migración brasileña. Ahí sellaron nuestras entradas y nos dijeron que en caso de querer alargar nuestra estadía en el país tenemos que ir a cualquier puesto de Policía Federal ya que son ellos quienes pueden hacerlo.
Según lo que investigamos en el consulado, David solo puede permanecer 90 días en Brasil, después de los cuales tiene que permanecer al menos otros 90 días fuera del país y entonces es que puede acceder a otro permiso para estar 90 días más en Brasil. Parece ser que eso aplica para todos los ciudadanos de la Unión Europea.
Para los mexicanos Brasil permite una estadía de seis meses sin necesidad de salir del país.
En cuanto a la importación temporal de la camioneta, nos comentaron que hace poco la regulación cambió y ahora es mucho más sencilla. Cualquier vehículo extranjero, propiedad de un extranjero, es legal en el país mientras que el propietario este dentro de la permanencia que se le otorgó. Es decir, al momento que vence tu estadía, vence también la del vehículo. No hubo necesidad de hacer ningún papel o trámite.
Solamente nos entregaron una hoja en la que especifica ese cambio en la regulación de importaciones para en caso de que nos detenga la policía se lo mostremos–eso nos hizo pensar que quizá no todos están enterados de ese cambio en la ley…
Entrar en territorio brasileño fue emocionante, se sintió como si todo cambiara a pesar de que no hubo ningún cambio dramático, excepto que todos los señalamientos y anuncios están escritos en portugués, pero al fin y al cabo son bastante similares a los que están en español.
Al ser sábado por la tarde, nos encontramos con un Foz do Iguazu desierto. El comercio estaba cerrado y no se veía mucha gente en la calle.
Nos fuimos al súper para ver qué descubríamos, fue bastante interesante. Parece ser que Brasil es un mercado más consumista en comparación al resto de Sudamérica ya que la oferta de productos es inmensa, muchísimas opciones de cada cosa.
Aprendí varias palabras y me di cuenta que comer fruta volverá a ser barato.
Parece ser que pasaremos la noche frente a la estación de policía que se encuentra en el centro. Estamos rendidos y mañana tendremos un día largo conociendo un poquito más de Brasil.
Bem-vindos ao Brasil!!!
Andrea
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